SEÑORITA ELENA, MI MAESTRA
Escrito en 1959


Cada vez que la vieja campana
Anuncia la hora de castellano,
Me parece verla entrar, con sus cabellos entrecanos
Y esa sonrisa que todo llenaba de alegría.


Me parece escuchar su voz dulce y tierna
Prodigando nobles consejos
Y hermosas lecciones…


Y en las noches repasando el recuerdo
Pienso en aquella maestrita tan tierna,
Tan llena de paciencia y bondad…


Y al recordar aquella triste despedida,
Siento como un nudo en la garganta
Y un quebraod sollozo rompe la callada angustia
Que se anida rebelde en mi pecho.


Aún veo en mis sueños la sencilla hermosura
De la torre de marfil que construyó
Con tanto cariño en nuestros corazones…